Desde hacía tiempo se venía rumoreando sobre un posible acuerdo de esta naturaleza, y en tiempos en que grandes leyendas del rock ya lo han hecho, ¿por qué no lo iban a hacer uno de los íconos más grandes de rock?
Tanto el Financial Times como el Digital Music News, informaron que los miembros de Pink Floyd habrían llegado a un arreglo para vender sus derechos musicales, de su imagen y de su nombre a Sony Music por 400 millones de dólares.
Esto implicaría que a partir de ahora escuchemos a Floyd con más frecuencia en películas, anuncios y videojuegos, entre otras formas de entretenimiento audiovisual.
Al parecer, esta negociación se desarrolló durante un largo período de tiempo ya que, como sabemos, Roger Waters y David Gilmour tienen una muy mala relación y no lograban ponerse de acuerdo en las condiciones.
Las fuentes indicaron que la compañía podría haber pagado más, pero este acuerdo incluiría solo los derechos de grabación de Floyd, y no los derechos de composición de las canciones.
Además de Gilmour y Waters, el otro miembro de la banda que habría participado de la operación es el baterista Nick Mason, ya que el tecladista Richard Wright falleció en 2008 y el genio de Syd Barret, en 2006.
Hasta el momento se espera que Pink Floyd y Sony Music oficialicen la noticia.