Chicas, actitud y glam rock de exportación.

Rata Blanca, Def Leppard y Mötley Crüe en Parque Sarmiento

En los últimos años nos acostumbramos a la variedad, la mezcla y la apuesta de festivales que mechan artistas diferentes entre sí. Ayer no. Ayer todo tenía un maridaje perfecto. El glam se hizo presente en el Parque Sarmiento combatiendo el calor, pero nada que melodías efectivas, una bandana y mucho maquillaje no puedan solucionar.

Rata Blanca fue el grupo local elegido para inaugurar la jornada. Un setlist corto pero práctico, una media hora al palo en donde Walter Giardino pudo lucirse como nuestro guitar hero y Adrián Barilari no paró de moverse, aunque antes de la canción “71-06 (Endorfina)” soltó un “es muy grande esto, hay que correr mucho” en referencia al gran escenario del lugar. Cerraron con “La leyenda del hada y el mago” y pegadito en los parlantes sonó un Elvis haciendo “Can't Help Falling In Love” ideal para contrarrestar los agudos de Barilari.

Luego del show Marcelo Martínez y Brian Velazco entrevistaron a Giardino en camarines y el guitarrista les contó que están preparando nuevo disco y que están con muchas ganas de organizar un show de estadio. Veremos.

En la media hora que tardaron en desarmar el escenario y dejar todo listo para Def Leppard, el público pudo desfilar por los distintos puestos de comida, de merchandising o disfrutar del patio cervecero (aunque sólo se pueda tomar la birra adentro del corralito).

20hs exactas -todo el evento respetó los horarios, agradecemos eso siendo un día de semana- y fue el turno de rockear para el grupo británico. Joe Elliot se hizo cargo del micrófono, Phil Collen y Vivien Campbell se calzaron las guitarras, Rick Savage el bajo y el inclaudicable Rick Allen encaró para los parches.

Arrancaron con “Take what you want” y le pegaron “Let´s get rocked” como para acomodarse. Elliot decidió arriesgar un poco más del “hola Buenos Aires” y pidió al público que “hagan ruido si les gustó Ratas (sic)” para luego explicar: “íbamos a venir hace unos años, pero por la pandemia, el covid y el encierro no pudimos girar pero escribimos nueva música”. Esto les sirvió de introducción para hacer “Kick” de Diamond Star Halos, álbum editado en 2022.

Antes de que suenen los acordes de “Promises” la gente coreó el típico “olé olé olé.. Def Leppard” que no pegaba para nada, pero que el cantante interpretó como “ahh, ésto debe ser algo de la Copa del Mundo de fútbol.. Lionel Messi, ok”. Recordemos que son ingleses...

En “Switch 625” fue el momento donde la banda pudo lucirse, sobre todo Rick Allen, a quien todo el mundo aplaudió. Claro, aplaudieron todos menos él, poseedor del raro mérito de ser el único baterista del mundo en tocar en una banda exitosa a pesar de no tener un brazo, consecuencia de un accidente automovilístico en los años 80.

Para el final metieron seguidas “Hysteria”, “Pour some sugar on me”, “Rock of ages” y “Photograph”, y sólo les quedaba pedir “quédense a disfrutar de Mötley Crüe” y prometer: “nos vemos la próxima, porque les aseguro que habrá próxima!”.

La noche ya era total, más de 25mil rockeros estaban ansiosos por ver a Vince Nail, Nikki Sixx, Tommy Lee y en este caso a John 5 (Marilyn Manson, Rob Zombie), elegido para reemplazar a Mick Mars, retirado de los escenarios a causa de un problema de columna.

Luego de una introducción de “Misa de Réquiem en re menor” de Mozart, Mötley Crüe volvió a un escenario argentino a más de 8 años de haber firmado un pacto de disolución.

“Wild Side” y “Shout at the Devil” pusieron la lascividad sonora acompañado por dos bailarinas/coristas que se movieron sensualmente toda la noche, quizás remitiendo a un club nudista de Los Ángeles.

“¿Cómo están Buenos Aires? última noche acá en Sudamérica, son el mejor público, ¡sí! ¿A quién le gustan nuestros viejos temas? Esto es “Too Fast”, algo del primer álbum", introdujo Vince Nail, mientras las pantallas enfocaron las primeras dos tetas que mostró una chica en hombros de un pibe.

Luego de “Dirt”, canción hecha especialmente para la película de 2019, Nikki Six agarró una bandera Argentina y pidió “dejar todo” mientras la flameaba, sólo interrumpido por una veinteañera a la que le preguntó “¿querés subir? Dale, súbanla”. 40 segundos después la chica, emocionada, lo abrazó. “¿Querés decir algo?” preguntó el bajista, ella afirmó sin soltarlo y dijo en el micrófono “mamá, estoy con Nikki ¡y lo amo!”.

Momento de una seguidilla de éxitos propios y ajenos como “Smokin in the boys room”, “Helter Skelter” de los Beatles, “Anarchy in the UK” de Sex Pistols aunque con las luces rojas, blancas y azules cual bandera yankee y la letra cambiada a “is this the USA, or is this the DEA, this is the CIA” y la muy festejada “Blitzkrieg Bop” ramonera.

El cierre elegido por los chicos malos de Los Ángeles fue a puro hit con “Dr Feelgood”, “Same Ol Situation”, “Girls, girls, girls”, “Primal Scream” y “Kickstart my heart”. Todo lo que esperábamos se cumplió.

Cobertura audiovisual: Sofía Del Gesso

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