Por Agustín Baccá.
No debe haber mejor forma de despedir la semana laboral que tomar una cerveza viendo a Kapanga en vivo en un lugar cómodo. Atrás responsabilidades, bienvenido el entretenimiento en forma de rock y cuarteto.
El viernes la familia kapanguera se dio cita en el Teatro de Colegiales para celebrar los aniversarios de Un Asado en Abbey Road y Botánika. Los álbumes, editados a fines de los noventa y principios del nuevo milenio, están empapados de la atmósfera social de aquella Argentina que salía del menemismo para terminar de chocar la nave albiceleste de la mano de Fernando “Chupete” De la Rúa. Un viaje en el tiempo doloroso. Un pasado con reminiscencias del presente. Canciones que parecen no haber perdido nada de actualidad. Argentina es cíclica, comprobamos una vez más.
Con casi 30 años de carrera, los Kapanga no están para perder el tiempo y segundos antes de las 21 la banda ya estaba arriba del escenario. La primera canción de la noche fue “La momia blanca” aquella sobre el luchador sordomudo que debe ganarse la vida abriendo puertas de taxi en Constitución.
“Gracias por venir y hacer el esfuerzo en esta situación tan difícil, celebrando estos discos que fueron un quiebre en la historia de los Kapanga” agradeció el Martín "El Mono" Fabio siendo interrumpido por uno que gritó “¡suban el volumen!” a lo que el vocalista, pillo, contestó: “¡El problema es que los decibeles son parte del tarifazo!” ganándose la risa del auditorio y subrayando la postura anti Milei de toda la noche.
Le siguió “Robar para vivir” que en una parte se lamenta diciendo: “Robaron mi dinero, tomaron mi trabajo y aun así.. Cien años de perdón.Yo quiero estar al Sol, la sombra es para los que nos gobiernan”. El final de la canción contó con un solo de Maikel digno de un guitar hero que le valió la primera gran ovación de la noche. El músico aprovechó para agradecer el apoyo en su lucha contra una enfermedad de la que salió totalmente airoso. Más motivos para celebrar.
Desfilaron “Quiero llenarte de mí”, “Miami”, “Casi”, la muy festejada “Demasiado”, la anti policial “El cuento de los tres Kovannys” y llegó el turno de “Indultados”, canción dedicada a los genocidas de la última dictadura militar en Argentina. Un tema que cobra otro tipo de relevancia en pleno 2024 con una Victoria Villarruel de vicepresidenta. El clima denso de Juicio y Castigo necesitó de la dosis de humor y bizarrez de “Elvis” y “La Caravana” para distender. Fin de la primera parte.
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— Agustín Baccá (@AgustinBacca) May 12, 2024
Turno de Botánika.
Beto Casella apareció en la pantalla del escenario para saludar y presentar un informe al estilo Bendita TV sobre Kapanga, usando videoclips y entrevistas históricas a los muchachos. No faltaron los insert del estilo “se quedaron con sed ¿quieren más?”, el “sátrapas” de Carlitos Monti, “esta es una frase descomunal” del filósofo Juan Pablo Feinmann y el “qué fácil es la vida así” de Adabel Guerrero entre muchas otras.
“Bisabuelo” nos puso a pensar en las vueltas de la vida (nuestros antecesores escapando de Europa y nuestras generaciones viendo cómo irse para allá) seguida por “Volá de acá”, “Quiero más”, “Labios”, “Cien Huevos” y “Sol”.
“Bueno como ustedes ya saben estamos festejando los 25 años de Un Asado en Abbey Road y los 20 de Botánika.. bah, en verdad ya tiene 22, pero bueno..” se sinceró el Mono y obtuvo como respuesta de la banda los acordes iniciales de “Money” (dinero) de Pink Floyd.
Globos verdes cilíndricos fueron inflados por los kapangueros para el momento de “Fumar” donde se proyectaron imágenes de distintos pipazos y hasta de Scary Movie 2 con Shorty siendo enrollado y fumado por una planta cannábica monstruosa.
Luego de “Claro de Luna” sonó el inconfundible riff de “Back in Black” como presentación a Walter Meza, cantante de Horcas, para lo que sólo podía ser “Angus Young” canción en donde se confiesa el amor por el guitarrista de ACDC, muy coreada por el público. “Estoy escabiando hace 20 temas, me pusieron último” se quejó en tono de broma el invitado.
En un momento el Mono dice que “ya vuelve” entonces Maikel propuso hacer algo porque “va a tardar un par de minutos”. Y tocó el riff de “Quieren Rock” quinto tema del disco debut de Intoxicados. Muy festejada por la muchachada. Para “Sahumerio” el Mono sacó dos tronchos, los encendió y se puso a recorrer el escenario caminando para atrás.. hasta que se llevó puestos los pedales de Maikel, quien decretó “cómo pega eso eh”.
“En el camino” fue elegida como canción de cierre de una noche que propuso un viaje para celebrar el pasado y el presente de una banda popular que sabe entretener sin perder la originalidad ni la conciencia.
Cobertura audiovisual: Malena Berardi